(Fragment)
[…]
Los pueblos y los siglos abrevan en las fuentes
que al pie de sus altares derraman su caudal,
y al eco de sus ondas que riegan la llanura
se arroban contemplando la mística hermosura
que en el Tabor [?] del arte se encuentra sin cendal (?)
Su voz sonora vibra de Atenas en los pórticos
con el lenguaje arcano que balbució Platón,
y es rayo de elocuencia que el ágora estremece,
y es himno que en la lira pindárica enardece,
y es nota que da al viento la Musa de Ilión.
La luz que arde en sus ojos destella en las pupilas
de Hipatia cuando evoca su númen celestial,
y aurora es que los campos del Ática fecunda,
y el seno de sus golfos más límpidos inunda,
y el lema ostenta délfico que vivirá inmortal.
Su acento vibra en Roma con ecos no aprendidos
que atruenan el ambiente con su honda vibración,
y es ritmo en las sonoras estrofas virgilianas
y es miel que en Tibur liban las liras horacianas,
y es rayo en la tribuna que escala Cicerón.
[…]
Vibrando allí sus lauros con diestra vencedora
Descartes, Fozo (?) y Vives dan vida a la razón.
Franklin cautiva el rayo, Salinas la armonía,
Pascal eclipsa a Euclides como a la sombra el día,
y a métodos sujeta nuestro pensar Bacon.
Del libro de los cielos las páginas abiertas
revelan a Carsini (?) la urdimbre sideral,
y Newton y Laplace que sondan sus llanuras
a ritmo y ley reducen las fórmulas oscuras
del polvo de los astros en orden inmortal.
De par en par sus puertas el orbe abre ante el genio
y el mundo sus tesoros desconocidos ve,
y ama en Colón la audacia, la ciencia en Galileo,
en Taller (?) la constancia, y el método en Linneo,
y en Leibnitz la alianza del genio con la fe.