POESÍA

Pastor Aicart es conocido en su pueblo y en la comarca con el calificativo de Poeta Pastor. Esta aposición que se ha unido al apellido es muy significativa del género que le dio más fama en la comarca y con el cual más hojas llenó, o que era al menos la forma predilecta para expresarse: el verso. Aunque, cómo indica el estudioso Martínez Sanchis, también tiene miles de páginas escritas en prosa, dignas de estudio y con tanta calidad como la poesía. Y esto le hizo subtitular el monográfico sobre Pastor Aicart cómo “Más allá de la poesía”.

Pastor tiene alrededor de 1.500 poemas de diferente extensión, temática y lengua. Emplea desde el soneto, muy estimado, hasta los romances –más extensos-, pasando por otras estrofas de medidas diversas. La temática más empleada es la religiosa, se podría decir que alrededor de la mitad de su obra lírica lo es. Pero también tiene poesías patrióticas, intimistas y a veces humorísticas. En Pastor es compatible una visión patriótica castellana con una exclusivamente valenciana o catalana (cuando escribe sobre los vínculos comunes en la historia).

En las obras tempranas Pastor se muestra más íntimo y personal, escribe sobre las pasiones y los sentimientos de un joven preocupado por el amor. Después su trayectoria se dirige hacia una orientación más religiosa, moralizadora en muchas ocasiones, sin dejar la vertiente patriótica.

Sus primeros poemas datan del 1866. El Cuaderno de 1867 recoge 63 poemas manuscritos en castellano. Se inscriben dentro de la línea de poesía romántica, marcados especialmente por el tema del desamor. También figuran poemas religiosos o sobre historia, junto a otros más líricos o bucólicos. Incluso aparece algún poema con cierta sensualidad, algo excepcional vista la trayectoria posterior del autor. También es de esta primera etapa el Cuaderno juvenil incompleto, que recoge, en unas 240 páginas, poemas en castellano escritos aproximadamente entre 1868 y 1871. Contiene poesías curiosas y muy personales, algunas de ellas alejadas de su línea posterior. Después continúa escribiendo, presentándose a premios y sin abandonar nunca el género.

Premios de poesía
El año 1868, cuando tenía solamente 19 años, ya ganó su primer premio en Lleida, premio convocado por la Academia *Bibliogràfico-Mariana. Más adelante ganaría allí dos premios más y siete accésits; algunas de las composiciones estaban escritas en catalán. En 1874 consiguió premio en Girona y en el Ateneo Científico-literario de Valencia. Con 25 años ya había conseguido once premios, siete de los cuales estaban escritos en su lengua materna.
El año 1876 es muy abundante en méritos: cinco premios y cuatro accésits; uno de ellos en el Ateneo de Barcelona. El año 1877 gana premios en Lorca, La Coruña y Córdoba, en este caso por un ensayo sobre la influencia del catolicismo en las artes y la ciencia; además de cinco accésits en Barcelona, Lleida y Girona. Casi todos los años se llevaba algún premio. En la prosa siempre utilizaba el castellano, como era habitual en muchos autores de la renaixença.

Podemos decir que el premio más importante le llega cuando gana la Flor Natural de los Juegos Florales de Valencia en 1895. Hasta aquel momento había obtenido 39 galardones (31 en castellano y 8 en catalán) y de éstos, 33 eran poesías, 4 ensayos y 2 piezas teatrales. Esta colección de premios era conocida por sus coetáneos y así queda reflejado en un poema de Constantí Llombart y Josep Sanmartín donde dicen que Pastor escribe mucho y que está “como el perejil” en todos los certámenes.
En del diario El Alicantino fueron editándose los poemas del libro Ecos del alma, colección de 57 poesías en castellano, algunas premiadas en certámenes. El año 1890 esta compilación, que consta de 250 páginas, fue impresa en la imprenta de Antonio Seva en Alicante. Junto a poemas más personales e íntimos, aparecen también los habituales de carácter religioso.

El primer cuaderno lemosín
El cuaderno de 1870 es todo un documento que nos habla de los intereses de Pastor Aicart, de sus preocupaciones y de sus amistades durante los años de estudiante en una ciudad importante de un país que vive una de las épocas de más tensión política de su historia: el tiempo en que se prepara la venida a España de Amadeo de Saboya como rey que sucederá Isabel II, destronada por la revolución de septiembre de 1868. El cuaderno está dedicado a cuatro amigos, algunos de ellos con una posterior destacada presencia en los ámbitos científicos o políticos: Amalio Gimeno, natural de Cartagena, llegó a ser catedrático de medicina en las universidades de Santiago de Compostela, de Valencia y de Madrid, diputado por el partido liberal el 1886 y en varias ocasiones ministro de los gobiernos de Alfonso XIII desde 1906 a 1920; Manuel Candela, nacido en Valencia, fue catedrático de ginecología y obstetricia en las universidades de Santiago y Valencia, y ginecólogo de gran prestigio en esta ciudad; Pascual Más Candela fue un médico crevillentino; y por último Miguel Sarrió y Payá era, según consta en los documentos de Juan Pastor Valdés, hijo de Juan B., profesor en el Seminario Conciliar de Valencia e íntimo amigo del autor.

El manuscrito denominado por el mismo Pastor Aicart “Cuaderno 1º Lemosin, Benejama 3 de Abril 1870”, recopila poemas escritos con anterioridad a esta fecha. Tan sólo dos tienen la fecha en que fueron presentados a concurso: “La joya de Valencia”, el 1868, y “La Verge de la Mercet”, el 1869. El escritor de Beneixama recoge diecisiete poemas, algunos breves; otros, de extensión considerable y divididos en partes. Los siete primeros tienen el amor como eje central. Parece que un joven Juan Bautista quisiera utilizar este primer cuaderno escrito en “lemosín” para verter todos sus desvelos, ilusiones, esperanzas y desengaños. Son poemas de un tono muy personal y podemos seguir el itinerario amoroso del poeta, normalmente desencantado y en busca del verdadero amor, que encontrará en Pepica -Josefina Sanjuan-, es decir, la que será su primera esposa. Junto a estos personales poemas, en la parte central del libro aparecen otros más religiosos, cuatro en total, los cuales se codean con otros que podríamos denominar “patrióticos” (tres) y acaba el conjunto con dos que se alejan de la temática anterior y en los cuales Pastor logra un tono más sincero, más grave y, por lo tanto, más exitoso. Justo es decir que esta temática, excepto posiblemente estos dos últimos, es coherente con la que estaban cultivando otros poetas renacentistas en aquel momento. Respondía al triple lema de las convocatorias de los Juegos Florales (que se habían celebrado en Valencia sólo en 1859, pero que desde entonces sí tenían una cita anual en Barcelona): Patria, Fe y Amor.

Respecto al lenguaje utilizado en el cuaderno, Pastor Aicart emplea un valenciano alejado del habla cotidiana, bastante depurado y con muchos arcaísmos, puesto que sin duda debía de ser un buen lector de todo lo que se estaba escribiendo, no sólo en Valencia, sino también en Barcelona o las Islas.

En cuanto a la estructura externa del libro, podemos afirmar que Pastor destaca en la diversidad de la métrica, de la rima y del estrofismo. En la métrica es riguroso y sigue la estructura métrica catalana que cuenta hasta la última sílaba tónica, también en los hemistiquios, es decir, en las partes en que pueden dividirse los versos más largos. En la rima prefiere la asonancia, pero no descarta variar con rima consonante. En lo que respecta a las estrofas, cultiva muchas veces los cuartetos, los quintetos, los sextetos, también alguna octava; en todo caso, la que más utiliza es la serie indefinida de versos, normalmente en los poemas más narrativos, en los cuales emplea la estructura del romance. Y una característica interesante es el cambio del tipo de estrofa dentro de un mismo poema respondiendo a un cambio de tono. En cuanto a la métrica predominan los heptasílabos, con rima asonante en los versos parejos (típica del romance); también emplea el alejandrino (6+6), hay estrofas donde alterna decasílabos y hexasílabos, estrofas con decasílabos únicamente, etc.