La visión que en mis sueños aparece
como una diosa del solar pagano,
tiene el aire gentil y soberano
que en los regios semblantes resplandece.
Sus ardientes miradas que embravece
con su luz el amor, son algo arcano
que traspone los lindes de lo humano,
y en los misterios del Olimpo crece.
Tienen luz de la aurora sus cabellos,
que su oro trenzándose con ellos
incendiando su frente se divisa,
y a gustar sus dulzuras nos provoca
aquel nido encendido que en su boca
tiene afelpado de coral la risa.